El Dios Olimpo de la Guerra, hijo del Dios mayor Zeus y la Diosa Hera, conocido dentro de la Mitología y el mundo de los Dioses por su fuerza bruta y su violencia, todo lo contrario a su hermana Atenea Diosa que personifica en el contexto de la Guerra la meditación y sabiduría entre los combatientes.
Por lo tanto, Ares era reconocido por su armadura de Bronce y por su Lanza, el animal con que se identificaba era el perro las aves que eran la Lechuza y el Buitre, ya que la leyenda cuenta que estos plumíferos lanzaban sus plumas como dardos; pero también era odiado por los Dioses y más aun por sus padres por su forma de ser, pensar y ver el mundo donde habitaban, ya que este Dios a la hora de ir o provocar la guerra se condicionaba a favor de un bando o del otro bando, como le resultara su interés, en pocas palabras estaba con Dios y con el Diablo al mismo tiempo.
Es decir, en la sociedad que habitamos a pesar de los siglos que han pasado desde tiempos de esos Guerreros Míticos, nos encontramos con muchos Ares en el medio donde vivimos o desenvolvemos, ya que estos incitan a la violencia provocando conflictos y guerras entre familias y amigos, para luego así desentenderse de la situación o causado, sin importarle las consecuencias, se pone como ejemplo palpable la politiquería y la chismografía.
Así es, la guerra sigue estando presente en nuestro vocabulario cotidiano, con plumas cada vez más mortíferas, hace falta mucho amor para cambiar las cosas.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo mi hermano, por que en cada comunidad, en cada familia, existen muchos ares que solo les gusta sembrar odio entre las demás persona para beneficio propio.
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